Un lock-out de Maturano contra los tercerizados, ante la inminente indagatoria judicial a José Pedraza

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El paro realizado por La Fraternidad en el día de hoy, que dejó sin transporte a centenares de miles de personas, no obedeció a ninguna reivindicación obrera; fue un paro patronal, porque defiende  el "derecho" de la burocracia empresarial a seguir lucrando con la tercerización. Ningún juez los va a procesar por extorsión, como sí lo hicieron con los luchadores de Causa Ferroviaria, que apoyaron una acción obrera de carácter colectivo en defensa de los tercerizados.
Para los burócratas, el ingreso de más de un millar de tercerizados  desafiaría su prerrogativa   a incorporar a elementos afines a ellos al ferrocarril, como quedó de manifiesto en la postulación de Cristian Favale, uno de los patoteros detenidos por el crimen de Mariano Ferreyra.
Desde el Partido Obrero denunciamos que se trata de un lock out preventivo, ante la noticia de que se ha reimplantado, en la feria judicial, el secreto del sumario en la causa del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra, lo cual es interpretado como la antesala de la indagatoria y la prisión preventiva para José Pedraza. Esta detención sería un golpe descomunal al pacto entre el estado, la burocracia sindical y los gerenciadores privados en la gestión del ferrocarril.
Según las versiones, Maturano levantó el lock out luego de un "compromiso de palabra" del ministro Tomada sobre las tercerizaciones, cuyo contenido no se conoce.
El Partido Obrero advierte de la situación que se ha planteado y llama a todos los tercerizados ferroviarios y sus agrupaciones a unificar los esfuerzos para la plena incorporación a la planta permanente del ferrocarril y reincorporación de los trabajadores despedidos. Equiparación salarial de los meses pasados.
Asimismo, reclamamos la ruptura del pacto de gestión mafioso del ferrocarril y su estatización integral, o sea gestión de los poderes públicos bajo el control de un comité electo de trabajadores ferroviarios.
-Juicio y castigo a TODOS los responsables políticos y materiales del crimen de Mariano Ferreyra.
-Desprocesamiento inmediato de Belliboni, Hospital, Merino y Morales, luchadores contra la tercerización.
  

UN FALLO ABERRANTE, QUE ADEMÁS ATENTA CONTRA EL DERECHO A LA PROTESTA Y LA REIVINDICACIÓN LABORAL

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Los abogados del PO apelaron el procesamiento de los cuatro luchadores ferroviarios

En el día de ayer, la defensa de Jorge Hospital, Omar Merino, Eduardo Belliboni y Miguel Morales, militantes de la agrupación "Causa Ferroviaria" y del PO, apeló la resolución del juez Armella que dispuso su procesamiento por "interrupción del servicio de transporte" y "extorsión".
En su escrito, la Dra. Claudia Ferrero destaca la aberración política y jurídica del uso de la figura de "extorsión", que el código penal asigna a delitos de carácter privado dirigidos a la obtención de ciertos  beneficios materiales. La extensión de esa figura penal a las movilizaciones populares está en  la esencia de la "criminalización" o "penalización" de la protesta social, que muchos de los actuales oficialistas solían repudiar, al menos de palabra. Pero en este caso, se trata de la criminalización de una acción obrera de carácter colectivo, o sea, de la destrucción del derecho de huelga.  Por otra parte, la supuesta "extorsión" al estado residió en ! reclamar lo que el propio estado ya había concedido en la letra –a través de una resolución del Ministerio de Trabajo- e incumplido en los hechos; o sea, la reincorporación de los despedidos, su equiparación salarial y su pase a la planta permanente del ferrocarril.
El ataque jurídico se completa con la criminalización de los propios representantes o voceros de los tercerizados, por el hecho de serlo. Es así que, para el caso de Morales y Merino, como toda "prueba del delito" el juez presenta las evidencias de su participación…en las negociaciones realizadas en el Ministerio de Trabajo.
Como señala la Dra. Ferrero en su escrito, "Cualquier reclamo de cualquier trabajador que tenga por objetivo un incumplimiento estatal o empresarial, y cuyos delegados asistan a la necesaria reunión con quienes incumplen los acuerdos firmados, podría ser caracterizado como constitutiva de extorsión, si por el motivo que fuera los funcionarios o empresarios incumplen sus propias actas acuerdo".
Ferrero señala que el juez, al carecer de pruebas para involucrar a los procesados en la supuesta extorsión, apela al llamado "delito de autor", donde "el sujeto es perseguido por lo que se pretende que es, y no por lo que se hace". En efecto, el juez alude a la pertenencia "al Partido o Polo Obrero" de los procesados, y en ello parece querer fundar los delitos que les imputa.

Dictado por el gobierno

El fallo del juez Armella reitera, de un modo grosero y superficial, las imputaciones de la ministra Garré y del secretario de Ttransporte, Schiavi, contra el PO. El aspecto más grave de esa reiteración es la alusión a los "hechos de Constitución" en el propio auto de procesamiento y, todavía más grave aún, la inclusión, como "prueba", de un video que exhibe los desmanes en esa terminal de trenes. Pero ni en ese video, ni en ningún otro de los elementos probatorios acompañados, existe evidencia alguna de la participación de los cuatro procesados en esos desmanes, ni, por supuesto, de militante alguno del PO.   El juez insiste en la amalgama caprichosa que realizó la ministra Garré en su conferencia de prensa del 27 de diciembre p! asado. Pero en este caso, se sirve de "elementos probatorios" que no tienen ese carácter (que no prueban nada) para disponer procesamientos sobre luchadores obreros. Ni el gobierno, ni la fiscalía, ni el propio juez Armella, que sí "habilitó ferias" para procesar a los militantes ferroviarios del PO,  tomaron la menor disposición para investigar los desmanes de Constitución y descubrir a sus responsables, donde se advierte, por aquello de a quién benefician esos desmanes, la mano inconfundible de la patota sindical y de sus barrabravas a sueldo. 

Los denunciantes están denunciados

Pero no mencionamos aún el aspecto más grave del fallo de Armella, y de sus supuestos "elementos probatorios".  Los denunciantes de los cuatro procesados (la UGOFE), así como los policías que testimonian contra ellos, están, ellos mismos, denunciados en la causa por el crimen de Mariano Ferreyra. ¡Y sus denunciantes son, en persona, dos de  los procesados! Nos referimos a Hospital y Merino. Por caso, no nos estamos refiriendo a "la policía que liberó Barracas", sino a LOS policías denunciados, con nombre y apellido, por haber liberado la zona en la tarde del 20 de octubre de 2010.
Por eso, Ferrero entiende que las acusaciones de quienes se encuentran acusados, en uno u otro grado, por el asesinato de Mariano Ferreyra, son " una clara venganza por los testimonios de ambos en dichas causas judiciales, no resultando para nada inocente que esto ocurriera al mismo tiempo que la Cámara de Apelaciones debía decidir sobre las excarcelaciones de los procesados en dicha causa".  
Por atacar el derecho de protesta sindicial o reivindicativa; por acompañar "pruebas" fraudulentas; por fundarse en "testimonios" de los cómplices de Pedraza, el fallo de Armella debe ser revocado de plano, y los cuatro luchadores ferroviarios desprocesados. La criminalización de los tercerizados no cae del cielo: es otra imposición del pacto mafioso que une a la UGOFE, al estado y a la burocracia sindical en la gestión del ferrocarril. Para preservar ese pacto, que se ha cobrado la vida de Mariano Ferreyra, sus implicados quieren transformar a las víctimas en culpables. Por eso, Merino, Hospital, Belliboni y Morales han sido procesados.   
Llamamos a las organizaciones obreras y democráticas; a los abogados laboralistas y a sus organizaciones, y a todos los luchadores del país a repudiar el fallo contra los cuatro luchadores ferroviarios, y a exigir su inmediato desprocesamiento; ello, en defensa del derecho de huelga y de todas las acciones de carácter colectivo en defensa de las reivindicaciones populares.

CTA: de la crisis al ridículo

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Las fracciones que han llevado al derrumbe a la CTA no tienen siquiera la capacidad de separarse; como un matrimonio desgastado, han tomado la posición cobarde de la cohabitación edilicia. En el proceso, disputarán la recaudación de los aportes de los afiliados y el pago del personal de la sede. El desguace continuará, de todos modos, por otros senderos y promete llevarse consigo a algunos sindicatos -por lo menos a ATE, donde los yaskianos están dispuestos a pelear la dirección a Micheli. La convivencia edilicia encubre la intención de llevar la crisis de la CTA hasta el desguace. La falta de una delimitación política neta y de una ruptura clara llevan a un completo liquidacionismo. Unos y otros buscan amparo en el aparato político de la burguesía -Yasky en el gobierno y Micheli en el conjunto de la oposición patronal. Las energías de De Gennaro se están consumiendo en la tentativa de conseguir la candidatura a la vicepresidencia por Proyecto Sur. A uno como a otro sector patronal, sin embargo, el destino de la CTA le importa un bledo, pues la construcción de poder en el movimiento obrero sigue pasando por la burocracia histórica del peronismo. Los diarios aseguran que CFK ha tomado distancia de Yasky, probablemente para no agregar al oficialismo una mayor cantidad de desprestigio.
Los Yasky y Micheli han hecho naufragar a la CTA en el momento de mayor crisis de la burocracia de la CGT -cuando ésta se ve obligada a transitar por los tribunales por negociados y hasta crímenes, y cuando el desafío a ella en los lugares de trabajo ha alcanzado su punto más alto en mucho tiempo. Los dirigentes del sindicato ceramista de Neuquén y sus acólitos debieran enviar un regalo de Reyes a este periódico por haber derrotado, en los meses previos a las elecciones de la CTA, su proyecto de anexarse a la CTA -sin principios ni programa.
El veloz desguace de la CTA ha provocado una parálisis enorme, la cual es comprensible porque no lo esperaban en absoluto. Es urgente discutir lo ocurrido, porque no hay futuro en insistir con más de lo mismo. El derrumbe de la CTA no tiene retorno; la orientación de que sigan es, sin embargo, fundamental. Es fundamental porque asistimos a una crisis de conjunto de la burocracia sindical; ella no se confina en la CTA, que es solamente su expresión más mediática. Es necesario crear una tercera fuerza sindical, en oposición a Yasky y Micheli, para disputar la dirección de los sindicatos de la CTA, que van a enfrentar también un intento de desguace, en nombre de la defensa de sindicatos independientes del Estado. Una lucha de este carácter se conjugaría con la que se libra en el conjunto del movimiento obrero, dominado por la burocracia de la CGT. El año que se inicia, en un marco de fuertes tendencias inflacionarias, convertirá a las paritarias, más que en los años recientes, en un eje de contradicciones y conflictos, así como también de luchas. Ningún activista o agrupamiento de activistas podrá abordar este desafío bajo las banderas de los descuartizadores de la CTA. Proponemos una campaña para concretar un gran plenario o congreso de los activistas y sus agrupamientos que militan en la CTA, para fijar una política para las paritarias y para disputar la dirección de los sindicatos de la CTA.

José Ortiz

Veintitres. Troskos. Por Ernesto Tenembaum

Troskos
Por Ernesto Tenembaum
30.12.2010 |

Debido a una razón absolutamente fortuita y nada política, tengo cierta debilidad por Jorge Altamira. En marzo de 1989, yo acababa de lograr un ansiado pase a la sección política de Página 12. Me encomendaron que cubriera lo que ocurría en los partidos de izquierda. No parecía, a primera vista, una gran responsabilidad: envidiaba a los compañeros que escribían sobre radicalismo –el partido que se caía del poder– o sobre los militares –que producían una rebelión cada tres meses–, y más a los que contaban el peronismo, que se venía con todo. La izquierda era, apenas, un recuadrito de todo eso, un primer escalón. Sin embargo, tenía lo suyo. Porque el Partido Comunista se hacía añicos tras la caída del muro de Berlín, y muchos disidentes por primera vez contaban cosas que ocurrían adentro. El Movimiento al Socialismo, por su parte, lograba que Luis Zamora llegara a la Cámara de Diputados desde donde enfrentaría a George Bush a gritos y hacía congresos multitudinarios. Y el Partido Obrero lograba un insólito protagonismo porque el gobierno radical, sin una sola prueba –casi como ahora– lo acusaba de conspirar contra la democracia en medio de los saqueos que agitaban al país, como consecuencia de la hiperinflación, y un juez que se llamaba Larrambebere decidía detener al propio Altamira por sedicioso, y la policía cumplía la orden nada menos que en la Casa Rosada, a la vista de toda la prensa. El que daba conferencias para denunciar al PO como golpista no se llamaba Nilda Garré ni Aníbal Fernández ni era peronista: era el ministro radical Juan Carlos Pugliese.

Por ese entonces, Altamira era candidato a presidente. Sus discursos en los espacios gratuitos de televisión me daban mucha risa y eran muy comentados. "Que Richard Handley y el FMI se vayan a laburar", gritaba Altamira a cámara. Handley era un rugbier que conducía el Citibank: un hombre clave de aquellos tiempos, poderosísimo, multimillonario, que sería artífice de algunas de las peores medidas de la década que siguió y armaría un pool de medios oficialistas –tal como ahora lo hacen otras personas–. Altamira lo provocaba con su histrionismo, aprovechaba esos minutos de aire gratuito para darse una panzada. Por entonces, me tocó entrevistarlo en la página destinada a los candidatos a presidente (era una democracia más abierta que la que se propone ahora porque los partidos chicos podían presentarse). Vagamente recuerdo que yo lo trataba con cierto cinismo y autosuficiencia y él se enojaba mucho. Pero lo más importante para mí es que el día que salió publicada, sonó un interno en la redacción, pidieron hablar conmigo y era el director del diario, Jorge Lanata –con quien hasta allí me había llevado pésimo– para felicitarme por la nota. Yo era un principiante, venía de un año y medio de remarla en condiciones adversas y esa nota, creo, fue un paso importante para mi carrera.

Unos años antes había conocido a otro militante del Partido Obrero que, al menos en la ciudad de La Plata, hacía ruido. Se llamaba Michelle Saubal. Era el único delegado del PO en el primer congreso de la Federación Universitaria de La Plata posterior al regreso de la democracia. Habría unos ciento veinte delegados: la mayoría radicales, muchos intransigentes y comunistas, algunos peronistas, un puñado de independientes. Y él solo los volvía locos a todos. No tenía ninguna posibilidad de ganar una sola votación. Pero los enloquecía. Recuerdo al jefe del bloque radical gritarle varias veces "golpista", porque criticaba a Raúl Alfonsín. Más o menos como los tratan ahora. Saubal era mayor que el resto y mucho más formado. Años después me lo crucé en la Facultad de Psicología de la UBA. Seguía militando en el Partido Obrero. Preparamos una materia juntos. Saubal era lacaniano, ¡leía a Lacan en francés! Hablaba varios idiomas. Creo que había sido ingeniero. El otro día, en el set de Palabras más, palabras menos, le pregunté a Altamira si tenía noticias de él. "Sí, claro. Sigue siendo un militante. Acaba de escribir un artículo interesantísimo sobre los lacanianos de izquierda. Fue el hombre que preparó todo el sistema informático del partido. Hemos tenido nuestras discusiones porque, por momentos, es un hombre muy radicalizado". Yo lo miraba con extrañeza: ¿cuánto más radicalizado que Altamira se puede ser? Está claro que se refería a un mundo con códigos que, desde afuera, son difíciles de entender. Ni mejor ni peor que tantos otros pequeños o grandes mundos que sólo se entienden, y a veces ni eso, si se pertenece a ellos.

El martes pasado tuve ocasión de conocer, durante unos minutos, a otro militante del Partido Obrero. Se llama Jorge Ospital y fue uno de los detenidos por el corte de las vías del Roca. Hace 26 años que Ospital es trotskista. Fue trabajador gráfico y en la última década labura como ferroviario. Apareció con una remera negra estampada con la imagen de Mariano Ferreyra. "Yo me hice trotskista porque encontré un programa para cambiar el país", dijo. Yo lo miraba y me lo imaginaba armando comisiones internas y dando peleas contra los muchachos de José Pedraza. Debe ser una vida, cómo decirlo, difícil, arriesgada, temeraria. Sin apoyo de ningún gobierno, con el odio de la pesada, la vigilancia de empresas muy vinculadas a la mafia política y sindical. Quienes conocen el mundo gremial cuentan que hay muchos como él. Y son odiados por los caudillos del sindicalismo peronista. Enfrentarse a esos hombres no es sencillo. A Mariano Ferreyra le costó la vida, por ejemplo. Imaginaba a Ospital o a otros como él enseñándole a leer y escribir a Elsa Rodríguez, la mujer que aún lucha por salir del coma luego de la represión de la patota de Pedraza en Barracas.

Para un periodista socialdemócrata –o algo así– como el que escribe estas líneas, los troskos son tipos raros, sectarios, dogmáticos, intransigentes, con los que cuesta mucho convivir. Personajes casi borgianos, de otros tiempos, incapaces de entender que la realidad no cabe en ninguna teoría cerrada o que el capitalismo no va a explotar por sus contradicciones y, si lo hace, no va a ser precisamente una buena noticia. Pero, a estas alturas, quién sabe quién tiene razón, ¿no? Corre tanta agua bajo el puente que tampoco se puede juzgar a los demás como si uno fuera no sé qué cosa. Sobre todo si se trata de gente que entrega su vida a la lucha por ideas y no transa. En su defensa hay que decir que nunca fueron lopezrreguistas, ni mataron gente, ni opinaron que Videla era un general democrático, ni se confundieron con Menem o Rodríguez Saá, ni con la Alianza, ni con nadie. Y fueron perseguidos como los que más. O sea que, en un país de gente equivocada, no han cometido equivocaciones demasiado graves. Y si son un poco locos, en fin, hemos tenido cada uno al frente del país –Cavallo, por citar a uno de ellos, ¿se acuerdan?– que mejor no comparar.

Por eso resulta extraño que el canciller multimillonario del gobierno nacional y popular defienda a sindicalistas multimillonarios y levante el dedito en contra del PO, y haya jueces que libren órdenes de detención, y ministros ultraduhaldistas de toda la vida que los acusen de duhaldistas (!).
Extraño que cuando hay usuarios que queman trenes, para el Gobierno los culpables sean ellos, y cuando los maestros paran en Santa Cruz también y cuando saquean un negocio en Constitución, otra vez apelen al mismo recurso.

Que los acusen de incendiarios, sediciosos, saqueadores y hasta de promover atentados contra la casa de la familia Kirchner en Río Gallegos.

Y que nunca haya pruebas.

Parece un mecanismo clásico de gobiernos de derecha.

Pero quizá no sea este el caso.

A veces ocurre, apenas, que los vidrios polarizados de los autos último modelo nublan la vista de algunos funcionarios. Y así como en otros tiempos eligieron a Hermenegildo Sábat como enemigo, con la misma lógica ahora señalan a los tobas formoseños o a los militantes gremiales del Partido Obrero.

A veces, las personas hacemos cosas muy extrañas.

"¿Hasta cuándo les va a manejar el Gabinete la patota de Pedraza?"

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Discurso de Néstor Pitrola en Plaza de Mayo, al final de la marcha del pasado martes 28

A todas las organizaciones presentes, a todos los compañeros, a los ferroviarios, a los tercerizados telefónicos, que los vi en delegación uniendo al movimiento de lucha que está en marcha en el país, especialmente después del 20 de octubre, el reconocimiento de que hoy estamos abriendo un nuevo capítulo de una gran lucha. Así como el 21 de octubre dijimos que queríamos una Casa Rosada de luto, hoy tenemos una Plaza de Mayo celebrando que se pudrirán en cana los asesinos de Mariano (aplausos).


Y celebrando la libertad de Omar y de Jorge. Han sido dos meses de una lucha formidable del movimiento popular, de la clase obrera combativa, de la juventud desde ese 21 de octubre, al otro día del piquete histórico del 20, que fue atacado por la patota de Pedraza en las condiciones más críticas de compañeros despedidos, tercerizados, represaliados, abandonados de la burocracia sindical, perseguidos por la patronal -en la que es socia el Estado kirchnerista, donde están sus socios privatizadores: los Cirigliano, los Benito Roggio y todos los que están mezclados con ellos en el negocio ferroviario. Desde ese piquete histórico hasta el día de hoy, una lucha formidable. El 21 de octubre, con 100 mil personas en todo el país; el 9 de noviembre, otra vez en la calle, en todas las ciudades; el 19, cuando se cumplió un mes, otra vez masivamente en Plaza de Mayo, ya con alguno de los responsables del crimen de Mariano presos; el 23 de noviembre, con 70 mil jóvenes en esta Plaza, con Las Manos, con Damas Gratis, con Calle 13, con todos los artistas que se plegaron al movimiento de lucha (aplausos). Poco después, nos volvíamos a juntar por el crimen de la policía de Insfrán contra los campesinos originarios en Formosa, otra vez no se los perdonamos. Estuvimos en todas. Más adelante, movilizados masivamente, al otro día del crimen de la Federal a los compañeros de la Villa 20. Pocas horas después, un martes, nos movilizamos de nuevo a esta Plaza de Mayo y al Gobierno de la Ciudad por los crímenes de las patotas que actuaron en el territorio liberado de los Macri y del gobierno nacional; de la Federal de Fernández y de la Metropolitana de Macri contra los sin techo de Soldati.

No les perdonamos una y el movimiento de tercerizados tampoco. Por eso, este jueves 23 de diciembre, cuando esperaban que llegara la Navidad desconociendo el acta y los acuerdos arrancados por la reincorporación de todos los despedidos, no de unos cuantos, y por el pase a planta de todos los tercerizados, y no de unos cuantos, de nuevo otro valiente piquete, que recibió el apoyo de Causa Ferroviaria y de todos los compañeros que estuvieron presentes en el piquete de otras agrupaciones clasistas que no podían faltar. Contra él montaron una provocación y creyeron ver una oportunidad para golpear fuertemente. Ayer, la ministra Garré salió a atacar y a montar el escenario de una persecución política sin pruebas, atacando al movimiento de lucha, tratando de ordenar desde el enorme poder del Poder Ejecutivo a la propia Justicia. Y hoy de nuevo estamos acá, le hemos arrancado la libertad de Omar y de Jorge (aplausos).

Compañeros, para terminar: se abre una nueva etapa con estas dos victorias: la de poner en cana a Fernández y a Pedraza -cuya indagatoria está pedida por la fiscal que dejó la causa. Esa enorme bandera está flameando en esta Plaza y va a guiar nuestros pasos. En segundo lugar, no queremos a Jorge y a Omar y a los demás compañeros simplemente libres pero procesados, vamos por la anulación de la causa de la valiente lucha de los tercerizados del Roca (aplausos). Y, por último, le decimos a la Presidenta, como el 21 de octubre, que le pedimos una reunión como jefa del Estado, para que el Poder Ejecutivo inicie él el sumario y la Justicia por la responsabilidad del Estado de la muerte de Mariano. Hoy le decimos que en lo inmediato, en este nuevo escenario: pase a planta permanente hasta el último tercerizado y que se reincorpore hasta el último despedido, porque la lucha sigue, crece y se va a reforzar después de esta victoria. Le decimos a la Presidenta que los duhaldistas, los Aníbal Fernández, los Pablo Schiavi, los tiene adentro del gobierno y que ¿hasta cuándo le va a manejar el Gabinete la patota de Pedraza?

¡Cárcel a Pedraza! ¡Viva los luchadores del ferrocarril de los tercerizados! Gracias, compañeros.